Belen Arizpe

Al lado de la bodega, estaba el departamento de preparación de helados y rollo de helado; que por cierto, se vendía mucho. El encargado en prepararlos era el señor Simon, quien en sus ratos libres acarreaba la loza sucia de la barra. Él era muy buen amigo y compañero, siempre con su sonrisa y consejos.
Cuando el enfermó y murió, pusieron a Constantino Perez en su puesto, quien igual que Simon, acarreaba la loza sucia de la barra.
Y Consta -que así le decíamos- cuenta que cuando se salía para acarrear la loza y se le olvidaba apagar la maquina donde preparaba el helado, regresaba corriendo a apagarla, con la sorpresa que, siempre se apagaba sola. También al estar preparando el rollo de helado escuchaba pasos detrás de él, decía que Simon le ayudaba a apagar la máquina o supervisaba que hiciera el trabajo bien, como cuando Simon lo enseñó para cubrir su día de descanso.
Hasta la fecha, cuentan que se escucha como cuando Simon iba por ingredientes a la bodega y sus pasos se dirigen al cuarto de al lado, donde él trabajaba en la preparación del helado.