Belen Arizpe
Fragmentos de mi vida y anécdotas de mis 25 años trabajando en Sanborns
Un accidente en la mesa
Acá en Monterrey, les decimos “pochos” a las personas que viven en USA y tienen dificultad para hablar español o lo hablan raro. Cierto día, atendía a una familia pocha, y al servirle el caldo de pollo a la niña, no sé qué me pasó, que se derramó todo en la mesa y cerca de la mano de la niña. Y que se pone de pie el papá muy enojado gritando: “mesera estúpida”.
Yo, sin limpiar lo derramado, me di la vuelta, no supe como reaccionar y no quise seguir atendiéndolos, los atendió otra compañera. ¡Me dió tanta verguenza!
Los demás clientes me decían que el señor fue muy grosero conmigo, y que yo no tenía la culpa porque los accidentes pasan. Cabe mencionar, que en mis 25 años que trabajé en Sanborns, fue la única ocasión en que me pasó eso.
Nada como un gringo de segunda para hacer un mega-pancho por algo sin chiste como un accidente de mesa. Pero así son. Ni como ayudarlos.
Belen, estupenda mujer, atenta, servicial, con una serie de virtudes y gran sonrisa el aquel entonces orgullosa de su señor padre cuando lo ascendieron a sargento, le conocí recién llegada Sanborns, pues, tomando café a diario con un grupo de estudiantes, me agradó conocer de ella por esté medio y. Seguro estoy que desde el cielo bendice y vela por sus seres queridos Q.E.P.D.